Según los datos, más del 75% de negocios de nueva creación fracasan antes de los primeros tres años. 

La ilusión inicial del empleado que quiere montárselo por su cuenta para tener más libertad, pronto se ve frustrada por el sinfín de tareas a llevar a cabo para sacar el negocio adelante y pagar cada vez más facturas. El emprendedor, que antes trabajaba de lunes a viernes 8 horas por cuenta ajena, ahora trabaja de lunes a domingo más de 12 horas cada día, hasta que su cabeza explota y el negocio también.

¿Motivo? El negocio está mal diseñado desde la base. Es el típico autoempleo que obliga al emprendedor a trabajar cada vez más para mantenerlo a flote, sin ninguna garantía de éxito. En lugar de haber creado sistemas que trabajen por él y que le permitan trabajar cada vez menos y lograr mejores resultados financieros, se ha cavado su propia tumba laboral.

Por ello, es fundamental crear desde un inicio, sistemas de negocios que puedan funcionar con eficacia sin que tú estés conectado, pero que el dinero siga llegando. Aprender a utilizar el tiempo y dinero de otras personas para tener más tiempo libre para ti y los tuyos. Y sobre todo, disfruta del camino. Si ganas dinero pero no está alineado con tus valores ni con tus sueños ni lo gozas: GAME OVER, se acabó el juego.